Ya no recordaba cuándo fue la última vez que salí desde el Estadio Sausalito con la satisfacción de haber visto un gran espectáculo. Fue un tónico de euforia y alegría después de ver un equipo con ganas y deseos de superar al equipo de Coquimbo Unido, desde el primer minuto, presionando en todos los sectores y avanzando con tranco decidido hacia la conquista de los goles, que, como ha sido costumbre en los últimos años, son tan esquivos para nuestros colores, sin embargo, el VAR corroboró un gol evidente de Rodrigo Echeverría, y que significó una incertidumbre de todos quienes estábamos en el Estadio durante interminables 2 ó 3 minutos, hasta que el árbitro marcó el centro de la cancha y pudimos gritar el primer gol de Everton en este campeonato 2022.
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Fotografía: Photosport |
Lo llamativo fue el vértigo que impusieron cada uno de los jugadores Evertonianos, buscando con frenesí y entusiasmo las oportunidades de gol que se repetían constantemente, pero que el infortunio o, muchas veces, la gran actuación del portero rival, ahogaba en nuestras gargantas el deseo de seguir celebrando goles, sin explicarnos cómo se dilapidaban situaciones que, en un contexto de total normalidad, habrían terminado con el balón en el fondo del arco de Formento, el portero de Coquimbo Unido, cuyo único error fue cometer el penal al ir con violencia desmedida a cortar un prometedor avance de Lucas Di Yorio, quien posteriormente concretó dicha opción en el segundo gol de un Everton aguerrido, incisivo y con gran espíritu combativo.
Merecido fue el resultado, aunque un poco mezquino, sin embargo, nos vuelve a brindar una sensación de que, este año sí haremos realidad nuestra esperanza de ver a un Everton protagonista, que pelee los primeros lugares de la tabla y que se desempeñe con honor en su participación en Copa Libertadores.
De verdad quiero agradecer a todo el plantel por el desempeño que tuvieron en el partido del viernes pasado y esperar que esta luz de esperanza que han logrado encender en nuestros corazones, siga fortaleciéndose en cada nuevo partido que debamos enfrentar.
Por lo pronto, lo que se viene es un equipo que siempre ha sido un duro escollo, pero que ha sido reiteradamente el antagonista predilecto para llenar de gloria a nuestra Institución, con dos finales memorables que significaron la primera y la tercera estrella que engalanan la historia de Everton de Viña del Mar y lo encumbran al innegable record de ser el primer club de provincia que fue Campeón del fútbol chileno el año 1950.
Este equipo es Unión Española, a quien enfrentaremos este viernes 18 de Febrero a las 20:30 horas en el Estadio Santa Laura.
Unión Española es un equipo que generalmente se da maña para complicar a cualquier rival, participante activo en copas internacionales y, a pesar de haber renovado bastante su plantel, cuenta con jugadores jóvenes de la cantera que tienen mucha habilidad y cumplen muy bien las tareas que le encomienda su Director Técnico, César Bravo, quien realiza un planteamiento táctico tradicional, es decir un 1-4-3-3.
El Arquero es el seleccionado Panameño Luis Mejía (31), quien tiene altura, es rápido en sus reflejos, y generalmente cumple cuando es requerido.
En defensa, el lateral es Agustín Barrios (16), quien no ha vuelto a ser el gran jugador de proyección que debutó en Antofagasta. Se ve lento en la marca, se proyecta pero le cuesta volver a su puesto, lo que ha permitido que sus rivales lleguen a línea de fondo y centren para concretar, tal como fue contra Palestino y con Universidad Católica.
Los centrales son Jonathan Villagra (28) y Manuel Fernández (33); están en un proceso de conocimiento mutuo, por lo que en ocasiones deben recurrir a faltas o bien, quedan a tras mano, corriendo hacia su propio arco, con lo que pierden referencia de marca.
El Lateral izquierdo es Luis Pavez (6), cuya mayor virtud son los centros, sin embargo, es débil en la marca y, normalmente se entusiasma en ataque dejando vulnerable su lado.
El mediocampo lo forman Gonzalo Espinoza (21) como volante central con más tarea de marca, por lo que debe apoyar a la defensa cuando se ven sobrepasados. También tiene tendencia a irse al ataque ya que tiene buen remate al arco. Lo acompañan Bastián Yáñez (22) y Felipe Méndez (8) que es el jugador distinto del equipo, ya que tiene mucha habilidad con el balón, es encarador y además tiene buen remate al arco.
En delantera, como jugador más libre juega Bryan Rabello (14), quien baja a reunirse principalmente con Mendez, cargándose hacia el lado izquierdo del ataque. Además, busca la frontalidad, aprovechando los pivoteos del centro delantero Leandro Garate (9), quien se para en medio de la defensa rival, de espaldas al arco, para abrir el balón hacia los costados o bien hacer paredes con los volantes e ir en busca del centro ya que tiene buen cabezazo y sabe finiquitar en el área.
El extremo derecho es Ignacio Ibáñez (11), quien tiene rapidez pero se estaciona cerca de la línea lateral para tratar de hacer fútbol con Barrios o bien, ganar las espaldas de los defensas rivales para llegar a línea de fondo o hacer diagonales para tener la oportunidad de patear al arco. Además, cumple la doble función de retroceder hasta el área para apoyar al lateral derecho en la marca.
En general, Unión Española es un equipo dinámico, que trata de imponer un ritmo intenso cuando tienen el balón, sin embargo, no tienen buena marca cuando pierden la posesión, y, aunque tratan de retroceder en bloque, muchas veces se desordenan y pierden referencia de marca.
Lo más peligroso en ataque es que salen desde atrás con rapidez, tocando de primera y aprovechando la habilidad de sus volantes. Además, se esmeran en la recuperación del balón al presionar la salida del equipo rival y así lograr un contragolpe que le dé buenos réditos.
Los tiros de esquina generalmente son largos, es decir, van desde un extremo a otro, buscando principalmente que el lateral del lado contrario pueda ganar el balón y centrar para la entrada de Fernández, Villagra o Garate, que pueden aprovechar la ventaja de pillar saliendo a la defensa rival, generando una propicia oportunidad de gol.
A pesar de este análisis, si vemos lo sucedido el fin de semana recién pasado, tengo plena confianza que Everton puede ganar este partido, si demuestran que la actuación del viernes 11 de Febrero no fue casualidad y que tienen todas las posibilidades de brindar un gran triunfo a la hinchada evertoniana, que además logre motivar a todos los estamentos del club para que el próximo martes 22 de Febrero vayamos con gran convicción a presenciar, en gran número, una nueva hazaña de nuestro amado Everton a nivel internacional.